Ayer cuando entramos a clase, tuvimos una grata sorpresa. Una carta misteriosa apareció como por arte de magia encima de la mesa de la profe.
Cuando Sandra la abrió y empezó a leerla, empezamos a ilusionarnos y a recordar los momentos tan bonitos que vivimos el año pasado con la lectura de este tipo de cartas, y sí, en efecto, era una carta de nuestro cartero favorito: Pedro. En ella, nos comentaba que debido al gran trabajo que desempeñamos el año pasado, este año quería volver a contar con nosotros. Enseguida dijimos que sí; en realidad, lo estábamos deseando.
La 1ª misión que nos encargaba este año era mandar una felicitación de Navidad, una tradición que últimamente se ve mermada con las felicitaciones vía teléfono o Whatsapp.
Así que nos pusimos a la obra, pero esta vez, tuvimos una ayuda extra...
Sandra, invitó a los padres a que nos ayudarán con la felicitación, y estuvieron pasando un rato con nosotros, echándonos una mano tanto en la elaboración como en la realización.
¡Muchísimas gracias
papás y mamás!
Ahora solo queda esperar a que reciban nuestras felicitaciones e ilusionarnos con la llegada de las que han realizado nuestros amigos de Puente Tocinos.
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