Comenzamos la Unidad 4 de la evaluación con una actividad de introspección sobre cómo podíamos definir nuestras prácticas de evaluación. Esto es lo que os puedo contar:
El tema de la evaluación y como llevarla a cabo de manera más justa y correcta es una actividad difícil (si crees en ello y utilizas diferentes herramientas, claro está). Considero que la mayoría de los docentes, entre los que se incluye una parte de mi, debemos de dar un giro radical a esto de “¿Cómo evaluar?”. Hemos de dejar atrás los tajantes exámenes en los que la calificación iba directa al boletín de notas, junto con alguna otra pequeña calificación de trabajos, cuadernos,…etc. y cambiar en este aspecto, pues tal y como hemos visto en los vídeos introductorios de la unidad, los primeros evaluados en nuestro proceso de cómo enseñar, hemos de ser nosotros (autoevaluación). Los tiempos cambian, los contenidos también y nuestra manera de evaluar ha de caminar acorde con ellos.
Desde luego que mis prácticas de evaluación son muy dispares de una asignatura a otra, pues no podemos introducir en el mismo saco la evaluación de asignaturas como lengua y/o música (se trabajan contenidos y actividades muy diferentes) y desde luego, varía mucho dependiendo de la etapa educativa en la que seamos docentes.
Es fundamental la observación diaria, la participación, el dialogo y el debate participativo en clase, en cualquiera de las áreas, pues nos proporciona información del proceso de enseñanza-aprendizaje: de donde partían los conocimientos del alumnado, cómo se han desarrollado y hasta donde han sido capaces de llegar (evaluación continua, creo que es la más interesante y de la que más podemos aprender). Además el trabajo, las tareas y el esfuerzo constante también ha de ser valorado por el profesor y puntualmente, las pruebas orales y escritas, que también nos proporcionan información interesante (pero recordemos, que no ha de ser la única). La actitud, motivación y predisposición al trabajo, cuenta y es muy importante para el rendimiento del alumno, sus resultados y su futuro.
Considero que este tipo de evaluación tan conjunta, proporciona una visión completa del aprendizaje del alumnado, en la que pueden verse integradas varios contenidos y competencias trabajadas. Además, dependiendo del curso académico, puede utilizarse el cuestionario, diario o portafolio como un instrumento más.
Personalmente, he de reconocer que en este aspecto tengo aún mucho que mejorar, ya que muchas veces debido a las exigencias académicas, evaluación más sencilla o falta de tiempo (entre otros factores), recurro a la opción más fácil de evaluación: el examen. Esto tiene que cambiar, soy consciente de ello, pero intento en la medida de lo posible que mis instrumentos de evaluación sean variados y justos, acordes con mis clases. En cierta manera, intento adaptarme a todo lo que he comentado anteriormente.
En un plano más general, a nivel de centro el profesorado de etapa, se reúne semanalmente para comentar aspectos relevantes de la semana y trimestralmente, se llevan a cabo las reuniones de evaluación. Además todo el claustro evalúa contenidos y acciones que se llevan a cabo en el centro y que afectan a toda la etapa educativa. También, en diversas actividades realizadas durante el curso escolar, tanto alumnos, profesores como familias evalúan las mismas a través de comentarios con los tutores, coordinadores y mediante encuestas en las que se vea reflejada la opinión de estos.
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